Aunque vivimos en la época digital algunos de nosotros no paramos de experimentar con la fotografía analógica. Y aunque al principio del boom digital se hablaba de la próxima muerte de la fotografía química, después de más de diez años de aquello todavía seguimos disfrutando del encanto de lo clásico, incluyendo los famosos trucos de la multiexposición o doble exposición, que es el caso de este post.

Todas las imágenes que os enseño aquí son el resultado de la doble exposición. Hay varias maneras de crear fotos de este tipo. En este caso se trata de exponer dos veces el mismo carrete en blanco y negro de 35 mm.

¿Cómo se hace multiexposición analógica en una cámara de 35mm?

Yo personalmente os recomiendo utilizar una cámara de 35 mm analógica automática porque así después de exponer el carrete la primera vez, al cargarlo otra vez en la cámara no os tenéis que preocupar de que los fotogramas no coincidan exactamente, lo que pasa normalmente con las cámaras de 35 mm analógicas más antiguas, no automáticas. ¡Ojo! Para poder volver a poner el mismo carrete la segunda vez tendréis que recuperar el extremo de la película dentro del chasis. Para eso se utiliza un extractor manual de película 35 mm que tiene este aspecto.

extractor

¿Cómo se hace la exposición?

Eso depende mucho de qué motivo va a ser principal en la imagen final, o sea ¿Qué es lo que queréis destacar más? Yo muchas veces subexpongo un paso las dos tomas (la primera y la segunda). O si sé que la primera toma me va a servir de fondo, pues la subexpongo de un tercio a un paso y la segunda la hago bien expuesta. También hay que tener en cuenta la cantidad de blanco que va a salir en la toma porque es ahí donde las sales de plata de la película van a reaccionar más y aunque sobre este blanco se va a superponer otra imagen, ya no se va a ver nada de la otra toma. Con lo cual quizás si hay muchas zonas claras en la imagen a lo mejor hay que subexponer por lo menos un tercio de un paso.

¿Cómo selecciono los motivos fotografiados y cómo puedo evitar muchas imágenes que no valgan para nada?

Para eso yo tengo mis trucos. La primera exposición en mis dobles exposiciones siempre será el fondo. Entonces en todo el carrete hago fotos de texturas, plantas, paisajes, etc. Al hacer estas tomas las duplico en el móvil para saber después el orden y la orientación de la foto (horizontal o vertical).

Al exponer todo el carrete, lo vuelvo a cargar y ahí ya empieza el trabajo de meditar en los retratos que quiero sacar, dependiendo de las texturas que ya tengo hechas y apuntadas. Me siento con un sketchbook y empiezo a dibujar, imaginando las imágenes que me gustaría tener al final sobre el fondo ya expuesto.

Luego quedo con el modelo y le cuento lo que tiene que hacer para cada toma.

Después revelo el carrete, imprimo las fotos o las escaneo directamente del negativo, y si alguna imagen necesita un toque especial, la retoco un poco en el Photoshop o Nik Software.

Et voilà! Ya tenemos nuestras dobles exposiciones con un toque de sorpresa e improvisación, porque aunque intento prever y controlar muchas cosas la fotografía analógica de multiexposición siempre guarda algunas cosas inesperadas.