Hoy os presento a una de las fotógrafas de moda y publicidad más importantes de la actualidad. En realidad todos hemos visto estos atractivos anuncios en televisión de Chanel Nº5 o de Nina Ricci sin saber que eran su trabajo. Su nombre es Dominique Issermann y tiene 64 años de edad.

Biografía

Empieza en los años 70 en Italia trabajando para la película de Jean-Luc Godard «Vent d’est » y en la realización de otros dos largometrajes. Un poco más tarde gana el primer premio de un concurso de fotografía de moda y casi por azar se lanza a esta aventura.

En los años 80 siendo un poco más conocida comienza a fotografiar artistas que serán muy célebres pocos años más tarde como Catherine Deneuve, Yves Montand, Jeanne Moreau, Fanny Ardant, Serge Gainsbourg, Jane Birkin, Robert de Niro, Sir Lawence Olivier, Isabella Rossellini, Balthus, Leonard Cohen, Bob Dylan, Isabelle Huppert o Françoise Sagan. Más tarde la contrata Sonia Rykiel para que haga los reportajes de sus colecciones. Trabajo conjunto que dura más de diez años.

En los años 90 trabaja con los grandes creadores de moda entre los que destacan Christian Dior, Nina Ricci, Yves St Laurent, Montana, Hermes y Chanel.

Con el nuevo milenio Dominique descubre la arquitectura de Peter Zumthor, en las Termas de Vals, Suiza, y allí lleva a Laetitia Casta para una serie de fotos analógicas en blanco y negro que llevarán a un proyecto personal expuesto en Paris en el 2012 y la creación de un libro que se puede ver en su totalidad en su página web (Ver el libro).

En las termas con Laetitia Casta

Desde mi punto de vista es un trabajo fascinante y que merece la pena ser conocido.

Con esta serie de fotos Dominique Issermann desvela la intimidad de Laetitia Casta con la que pasó tres días enteros en total complicidad ya que eran amigas desde hacía más de 15 años. En estas 33 fotos sensuales, la artista juega sólo con la luz natural revelando la auténtica belleza de la modelo de Córcega. En este trabajo jugó sólo con las luces y sombras naturales sin utilizar ningún tipo de foco o reflector. En la exposición no puso ni marcos ni cristales para las fotos para que el espectador pudiera acercarse más a las imágenes. El objetivo principal de la fotógrafa era plasmar la libertad y naturalidad del cuerpo femenino. Por eso la modelo no está posando, sino dejándose llevar. Por ahora es su último trabajo de ampliación analógica. Según la fotógrafa, le gusta trabajar con la fotografía digital, aunque le frustra mucho el tema de la conservación de los originales que no está tan garantizada como en el caso de la impresión clásica.

Foto: Dominique Issermann
Foto: Dominique Issermann
Foto: Dominique Issermann
Foto: Dominique Issermann
Foto: Dominique Issermann
Foto: Dominique Issermann
Foto: Dominique Issermann
Foto: Dominique Issermann
Foto: Dominique Issermann
Foto: Dominique Issermann

Entrevista con la autora

Aquí os dejo la entrevista con la autora sobre su trabajo, con la traducción del francés a castellano de sus explicaciones.

Arquitectura y silencio

“La fotografía están hechas en las Termas del arquitecto Peter Zumthor. Es un lugar que invita mucho al silencio. No se tiene ganas ni de gritar ni de hablar aquí. De hecho, se organizan veladas en las que todo se pasa en silencio. Es un edificio público en el que siempre hay gente alrededor de nosotros. Hay que comprender que aquí nunca se está verdaderamente solo.

Luz y belleza natural

En la sesión no he utilizado ninguna iluminación salvo la luz de las termas. Es una luz muy débil la de las termas, instalada por el arquitecto del edificio que quiere que los cuerpos se bañen con una luz tenue. Tengo necesidad de ser sorprendida. Yo la veía (a Laetitia) que se iba a un rincón iluminado.

Había que encontrar el tiempo… Dejarle a ella su tiempo para prepararse, coger la postura, apoyarse en una pared, decidir como se colocaba (de espalda, de cara o de perfil…) y después por ejemplo decirle: no, ahora coloca el pelo hacia atrás, apóyate con la cabeza hacia abajo, o al contrario, sube la cabeza; en resumen ajustar las posiciones o sea ir orientándola más que obligándola a una postura determinada.

No he pensado en fotografiar una parte específica de su cuerpo, senos, rodillas o espalda. Hay sombras, ella está fotografiada integralmente en cada foto, aunque en alguna no se la vea casi nada. Estoy muy emocionada con estas fotos, donde ella se mete en el agua, y no se ve más que su pelo que es como algas, que flotan en el agua y ella que queda suspendida también en el agua”.